¡Tu carrito está actualmente vacío!
Un día, mi madre me dio los cubiertos que le quedaban de cuando se casó. A mí siempre me habían encantado. Y busqué dónde poner algunos.
Hicimos un armario para los abrigos. Tengo un cuñado muy apañado, que me hizo las puertas, y le pedí que pusiera unas cucharas como tiradores.



A él también, le di una cuchara y un tenedor, y le pedí que me hiciera una percha para los paños de cocina.
