Las cañitas

Se usan unos minutos, y tardan hasta 500 años en degradarse. En casa tenemos estas cañitas de acero inoxidable, y este cepillo que te sirve para poder fregarlas. Y claro, ¿dónde las metía para llevarlas en el bolso? Mi hermana la apañada salió en mi ayuda, y me fabricó esta maravillosa funda, por supuesto, conVer más ⟶

Las mochilas

Cada vez que mi hijo me dice, “mamaaaaá”, con tono meloso, se que me va a meter en alguna historia. Y claro, yo entro al trapo siempre. Es que no puedo resistirme. Él tenía una mochilita (o talega, como la llames), de publicidad. Le encantaba porque tenía un bolsillo por fuera, con una cremallera. YVer más ⟶

Los portabocatas

Para dejar de usar papel de aluminio, hice unos portabocatas. En casa tenía unas fundas de cojín, que venían con la funda del edredón, y que nunca utilicé porque no me cuadraba el tamaño. Ya tenía la tela. Los portabocatas llevan plástico. Es un plástico especial, de uso alimentario. Pero sí, es plástico. Y esVer más ⟶

Los pañuelos

A este tema le dediqué tiempo. De primera, no estaba preparada para empezar con los pañuelos de tela. Pero no podíamos seguir utilizando los pañuelos de papel. ¿Has pensado que 10 pañuelos vienen en un paquetito de plástico, y que además, los compras juntos empaquetados también en plástico? Y luego, no sé tú, pero aVer más ⟶

Los saquitos

Cuando empezamos a comprar a granel, de repente empezamos a acumular bolsitas de papel. Nos dimos cuenta de que estábamos sustituyendo un residuo por otro, y que sí, que era mejor de esta forma, pero no nos convenció. Y empecé a coser saquitos de tela. Reciclando ropa que se había roto (camisas, pantalones de pijama,…):Ver más ⟶